Victoria.- (Manuel Burgos Lagos, Periodista).- Tras definir que los colegas decidieron retomar las clases porque no estaban dispuestos a recibir migajas, Dagoberto Bustamante Ríos y Mario Rojas Salazar, presidente y secretario general del Consejo Comunal del Colegio de Profesores, reconocieron que hubo presiones por parte de las direcciones de los establecimientos municipalizados, al igual que durante la protesta del año pasado, para concurrir a clases y no acatar la paralización. Los dirigentes señalaron que emitirán un documento, dirigido al alcalde de la Comuna, al concejo municipal, a la comisión de Educación y a la opinión pública para denunciar estos hechos.
Vulnerabilidad contractual
Bustamante precisó que un caso preocupante en el gremio, son los profesores “A Contrata”, que acá -al igual que en todo el país- constituye un alto porcentaje , más de 60 docentes en esta situación, que debería corresponder, al 20% de la totalidad de los profesionales. Estiman que, esos colegas, son vulnerables porque están sujetos, de que, a fin de año sigan trabajando o se les cancele el álgido contrato. Se rigen por el Código del Trabajo.
“Y efectivamente, hay que decirlo, al igual lo habíamos advertido el año pasado, a través de un documento y ahora lo vamos a volver a hacer, en el sentido de que aquí, se está jugando mucho, con la estabilidad laboral de los colegas y ellos -por lógica- son muy vulnerables a las amenazas. Y aquí hubo presión, presión absoluta de muchos directores, no de todos, porque hubo escuelas donde hubo directores en paro con nosotros, como gremialistas; pero en otras , hubo esta presión y decirles en forma tan vulgar.. yo, después no te contrato… Entonces, la pregunta que cabe aquí es ¿Tienen tanta facultad los directores de escuelas como para decir?, yo contrato a éste… despido a aquel .. no contrato al otro”, imputó el directivo.
¡DEM!, no directores
El líder gremial fue muy claro al agregar que creía que eso no podía ser, porque ellos pertenecían a un sistema, pues los colegas, no le iban a pedir trabajo o tocar la puerta a un director para pedir trabajo; ellos, fue taxativo, se presentaban al Departamento de Educación, que era el empleador, el Municipio.
Por eso, tanto Bustamante Ríos como el secretario general, reiteran que “claro que hubo presión y esta presión, nosotros la vamos a manifestar, porque aparte de la presión frente al movimiento gremial, también las hay puntuales, ya que a veces, un director, porque no le gusta un profesor, usa la práctica de ponerlo a disposición del departamento de educación. O sea, en definitiva, el Departamento de Educación se está transformando, por decirlo de alguna manera, en la Inspectoría General donde mandan al niño un poco díscolo…¿no es cierto?, usando la expresión metafórica”, lamentando esta política represiva, más acorde con la cultura del miedo, más propia de las dictaduras que de las democracias, documentó.
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